Con el fin de evitar comportamientos no deseados y efectos adversos (aparición de grietas, deformación del pavimento, etc.) se recomienda que las condiciones en las que esté colocado el parquet sean las siguientes:
Temperatura del aire entre 15 y 30ºC y humedad relativa del aire entre 45 y 65%. Este intervalo se corresponde con las condiciones óptimas de salubridad para el ser humano.
Largas exposiciones a un clima demasiado seco o demasiado húmedo puede provocar fisuras entre lama y lama, e incluso rotura de la capa noble. Dichas fisuras tenderán a cerrarse cuando sean restablecidas las condiciones climáticas óptimas.